Resumen
Propuesta ganadora del primer lugar en el concurso de diseño y desarrollo del proyecto urbano y de paisaje para el parque deportivo de 64 hectáreas del Estadio Nacional de Santiago de Chile, una pieza urbana clave que integra actividades deportivas y recreacionales con la trama urbana. Un proyecto de Teodoro Fernández Arquitectos, el cual se desarrolló en 2 etapas, una primera pre selección en donde fuimos finalistas y una segunda etapa en donde resultó ganadora esta propuesta.
Palabras clave
Equipo
Teodoro Fernández, Nicole Rochette (Archipiélago), Danilo Martic, Valentina Rozas, Anna Turull
Mandante
Instituto Nacional de Deportes de Chile (IND).
Cifras
Superficie
64 hectáreas
Año
2011
Plataforma Cívica: un balcón en el valle
Desde su inauguración en 1938, el Estadio Nacional ha sido mucho más que un estadio deportivo. Por una parte se trató de un proyecto estatal, inscrito en el campo de las reformas modernistas de los ‘30, que dedicó más de 60 hectáreas a usos deportivos, al mismo tiempo, se diseñó para servir de tribuna política, sede cultural y laboratorio cívico. Los discursos de sus creadores demuestran que no se trata solamente de un edificio, sino de un predio completo dedicado a educar al ‘hombre nuevo’ en términos de salud física, moral y civil. Es así como a lo largo de sus 73 años de existencia, el Nacional funcionó como refugio ciudadano, campo de prisión, tribuna deportiva, sala de conciertos, plaza cultural y centro de la política chilena.
Los discursos de los creadores del Estadio Nacional demuestran que no se trata solamente de un edificio, sino de un predio completo dedicado a educar al ‘hombre nuevo’ en términos de salud física, moral y civil. La ambición del proyecto original contrasta fuertemente con su estado actual: fragmentado, obsoleto y hermético hacia el exterior. Sin embargo el proyecto sostendrá la hipótesis de que la obsolescencia del campo deportivo es un desafío abordable por un urbanismo comprehensivo y anticipatorio.
La ambición del proyecto original contrasta fuertemente con su estado actual: fragmentado, obsoleto y hermético hacia el exterior. El funcionalismo del plan original, fue cediendo a través del tiempo para conceder su espacio a un mix de usos, que si bien proyectado, no ha sido consolidado aún. Asimismo se ha podido comprobar que los diagnósticos actuales de obsolescencia y degradación del recinto son más contemporáneos que pretéritos, ya que la evidencia acumulada permite sostener que los atributos urbanos asociados al Estadio Nacional -calidad del edificio, bondades de su equipamiento, área de esparcimiento- fueron captados positivamente por los agentes inmobiliarios que decidieron representarlo como un activo de Ñuñoa.
En consecuencia, el proyecto sostendrá la hipótesis de que la obsolescencia del campo deportivo es un desafío abordable por un urbanismo comprehensivo y anticipatorio. De esta forma será tarea del urbanismo volver a convertir el Estadio Nacional en un atributo urbano valorizador.
Como síntesis del diagnóstico y fundamentación que exponen las bases del concurso, junto con el análisis del equipo desarrollador de la propuesta, se han identificado los siguientes elementos de diagnóstico:
a) El Estadio Nacional no tiene relación con su contexto urbano, permanece hermético frente a su entorno, lo que contribuye tanto la obsolescencia programática de su interior, como a la falta de seguridad y calidad de vida de su exterior.
b) Las 63,5 hectáreas del Estadio Nacional presentan una enorme oportunidad de desarrollo urbano, capaz de revertir su condición de vecino indeseado.
c) El Estadio Nacional no puede crecer ni convertirse en un polo de atracción urbana sin convertirse en un artefacto capaz de articular su pasado con su presente y su futuro.
d) El Estadio Nacional arrastra por más de dos décadas la promesa incumplida de convertirse en un área verde de carácter metropolitano, ahora más que nunca, es su deber cumplirla.
e) Los usos deportivos del Estadio Nacional, en especial los de espectáculo, han primado sobre la función recreacional del parque, convirtiéndolo en un espacio de usos esporádicos y de baja rentabilidad social.
Del mismo modo, incorporando los objetivos propuestos por las bases, se plantea un proyecto para el Estadio Nacional que responda a los siguientes objetivos:
a) PARQUE URBANO: Crear un sistema de urbani- zación para el predio que integre el Estadio Nacional a su entorno urbano, tanto a escala barrial, como metropoli- tana: incorporando un diseño sensible a los diferentes los bordes del predio, así como consolidando su rol de nodo urbano.
b) PARQUE CIUDADANO: Convertir el Estadio Nacional en un espacio público activo y atractivo: consolidándolo como un parque para la ciudadanía, fomentando los usos recreativos del predio, incorporando nuevos programas y equipamientos a través de recorridos temáticos, nuevas actividades y eventos.
c) PARQUE DEPORTIVO: Potenciar los usos deportivos del predio: concentrando el eje del diseño en su edificio principal, el Estadio Nacional (Coliseo Central), a través de la consolidación de un sistema de flujos seg- regados.
d) PARQUE EDUCATIVO: Transformar el Estadio Nacional en un artefacto urbano educativo: incorporando su historia, memoria e identidad dentro de la configuración espacial de la propuesta.
e) PARQUE SUSTENTABLE: Incorporar nociones de sustentabilidad ambiental y económica: tanto en la construcción como en la mantención del futuro parque.
En lo siguiente se presentarán las características del proyecto propuesto ajustado según las recomendaciones del jurado del Concurso Parque de la Ciudadanía en relación a cada uno de los cinco objetivos propuestos.
I. El parque urbano
Integrar el Estadio Nacional a su entorno urbano tanto a escala barrial como metropolitana. Los bordes herméticos del predio se vuelven porosos al incorporar nuevos accesos vehiculares y peatonales, junto con estacionamientos en los cuatro bordes del Estadio Nacional.
Las 63,5 hectáreas del Estadio Nacional, ubicadas en el pericentro de la ciudad de Santiago, presentan una reserva única de suelo urbano, más aún teniendo en cuenta, que se trata de un predio estatal con destino a uso público. Inserto en la comuna de Ñuñoa, rodeado por distintos tipos de asentamientos: clases medias hacia el norte y hacia el oriente, clases medias y bajas hacia el poniente y el oriente, altamente conectado con el resto de la ciudad a través del transporte público terrestre como subterráneo, y vecino de establecimientos educacionales escolares y universitarios, el Estadio Nacional se presenta como el lugar ideal para consolidar un nuevo polo de desarrollo urbano. Asimismo lo fue durante los años ‘40, al concitar mediante su construcción, el desarrollo de su entorno completo, trazando el eje de Avenida Campo de Deportes, propiciando el desarrollo inmobiliario hacia el norte del predio, atrayendo la instalación del Instituto Bacteriológico, entre numerosos establecimientos educacionales y conjuntos de vivienda moderna.
1.1. Dimensión metropolitana y barrial
Por consiguiente, la propuesta desarrollada tiene como eje principal, la condición urbana del predio. La oportunidad que presenta la ubicación del suelo disponible, junto con la vocación urbana del terreno, se convierten en las dimensiones que constituirán la propuesta para el Parque de la Ciudadanía. El imperativo de constituir un parque en un predio rodeado por una ciudad consolidada, convierte la propuesta de diseño, en un parque urbano con un propósito multi-escalar: por sus dimensiones debe ser un parque metropolitano, mientras que por su entorno debe ser un parque que responda a las demandas del barrio en el que se inserta. El hermetismo actual del predio demuestra la predominancia del rol metropolitano del Estadio Nacional por sobre su dimensión barrial. Frente a este condición, el proyecto propone desarticular esta primacía del rol metropolitano que afecta directamente la calidad de vida de los vecinos del Estadio Nacional, incorporando la dimensión barrial dentro del diseño.
1.2. Sistema de urbanización
La historia indica que desde sus inicios, el centro de la obra y del predio del Estadio Nacional fue siempre el Coliseo Central. No sólo fue por muchos años el edificio más grande de la ciudad de Santiago, sino que también fungió como en el estadio más grande de Latinoamérica y sede multideportiva que abarcó atletismo, gimnasia y ciclismo además del fútbol de espectáculo.
Considerando la centralidad del Coliseo en la configuración del proyecto, la propuesta plantea un sistema de urbanización sometido a este régimen de jerarquía. Con el Coliseo en el centro, el proyecto plantea dos procesos de subdivisión predial: el primero que parte el predio en dos macrozonas, divididas por la diagonal entre la esquina nor-poniente y la esquina sur-oriente, división que permite separar la franja oriente destinada al deporte profesional, de la franja poniente destinada al uso recreativo del Parque de la Ciudadanía. Mientras que el segundo proceso de subdivisión predial divide cada una de estas macrozonas internamente, configurando 5 macrolotes en el lado deportivo, y 3 macrolotes en el lado recreativo. La zona deportiva se configura entonces por el macrolote del Court Central, del Coliseo Central, de la zona de piscinas, sede de Chiledeportes y Hotel CAR, junto al macrolote que contiene el gimnasio CAR y el estadio atlético, además del macrolote del Velódromo y del nuevo gimnasio destinado a los Juegos ODESUR 2014.
Esta nueva subdivisión predial permite que cada lote pueda funcionar de manera independiente. De este modo, aparecen nuevos macrolotes dentro del predio que aseguran un uso simultáneo, de circulaciones segregadas, entre estadio y parque. Las externalidades negativas que suscita hoy el Estadio Nacional, como ruido, inseguridad, falta de estacionamientos y destrucción de espacios públicos, se contrastan con la aparición de un parque que dota a su entorno de vis- tas, aire limpio, servicios, estacionamientos, junto con áreas deportivas y áreas verdes públicas. De vecino indeseado, el Estadio Nacional será capaz de convertirse en un agente de desarrollo y calidad de vida para el barrio ñuñoíno en el que se inserta.
1.3. Accesibilidad
Frente al actual hermetismo del predio, el proyecto propone una serie de accesos que se suman a los accesos actuales, junto con espacios públicos que enlazan el barrio existente con el Parque de la Ciudadanía. Los bordes herméticos del predio se vuelven porosos al incorporar nuevos accesos vehiculares y peatonales, junto con estacionamientos en los cuatro bordes del Estadio Nacional. De este modo, se mantienen todos los accesos existentes, y se agrega un acceso sobre la Avenida Grecia, se suma un nuevo acceso a los dos existentes sobre Pedro de Valdivia, junto a dos nuevos accesos sobre Avenida Maratón. Estos nuevos accesos reforzarán la circulación oriente-poniente que se identifica como la principal necesidad de conexión peatonal del predio.
Estas nuevas circulaciones oriente-poniente se verán reforzadas además por la nueva estación de metro Estadio Nacional, convirtiéndose en el enlace peatonal entre la estación existente de Ñuble y la nueva estación de la Línea 6. Esta nueva conectividad del Nacional supone nuevos tipos de usuarios y servicios que se complementarán con el diseño para el Parque de la Ciudadanía.
Con el fin de aumentar la accesibilidad al predio, se plantean dos sistemas de acceso vehicular, uno que cruza el predio en sentido oriente-poniente y el otro que sirve a los programas puntuales del parque. Tres accesos unen Avenida Maratón con Avenida Pedro de Valdivia bordeando el Coliseo, mientras que 8 accesos vehiculares puntuales sirven a los distintos recintos existentes y propuestos: la zona de piscinas, el Hotel CAR, la sede de Chiledeportes, el estadio atlético, el gimnasio CAR, el nuevo gimnasio para los Juegos ODESUR, el Velódromo, el patinódromo y gimnasio, la comisaría de Carabineros y el Court Central de Tenis. Mientras que los accesos por Avenida Guillermo Mann estarán principalmente destinados a peatones, ciclistas y vehículos de emergencia.
Actualmente al acceso por Avenida Grecia es el principal acceso peatonal, y portal simbólico del predio. Se trata de una explanada trapezoidal que conduce al anillo que circunda el edificio principal del recinto. Esta forma de acceder es multiplicada por el proyecto, que genera 7 nuevos accesos peatonales que se configuran como plazas de espacio público que conducen al centro del proyecto, el edificio del Estadio Nacional. Partiendo de la esquina nor-poniente del predio, y avanzando en el sentido del reloj, la primera de estas plazas de acceso se configura a partir de un juego de agua y se convierte en la antesala del Court Central de Tenis, la comisaría de Carabineros y la zona de ferias y estacionamientos en superficie. El segundo de estos accesos es el existente (Avenida Grecia 2001), el cual mantiene su geometría, limpiándose de elementos que obstruyan el libre tránsito y las vistas hacia el edificio principal. El tercero de estos accesos se configura a partir de la nueva estación de metro, en la esquina nor-oriente del predio, uniendo dos ac- cesos vehiculares hacia el interior del predio, con la zona de piscinas, el Hotel CAR, el edificio sede del Instituto Nacional del Deporte de Chile, el CAR y el estadio atlético. La cuarta plaza de acceso también se configura sobre Avenida Pedro de Valdivia, uniendo dos accesos que sirven al nuevo gim- nasio proyectado y el Velódromo. La quinta plaza de acceso conduce a una de las zonas principales del parque, además de constituirse como explanada alrededor del caracol sur del Velódromo, declarado Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales. Esta plaza es el punto inicial de un recorrido de la memoria que será detallado más adelante en el punto 4.2. Además de conducir hacia el edificio del Estadio Nacional, así como las plazas de acceso restantes, este acceso penetra en el parque hacia la zona de la laguna y piscinas recreativas, junto a la zona de canchas de fútbol, béisbol y tiro con arco. La sexta plaza de acceso espeja la anterior conduciendo hacia el parque y configura la esquina sur-poniente del predio. La séptima plaza de acceso se con- figura sobre la Avenida Maratón, conectando la Avenida Carlos Dittborn con el interior del predio. Se trata del segundo punto de acceso vehicular de mayor importancia, junto al acceso por Avenida Pedro de Valdivia. Desde este punto se accede a una segunda zona del parque con canchas de fútbol y multicanchas, que se configuran junto al Patinódromo y gimnasio existentes. Finalmente, la octava plaza de acceso es la de mayores dimensiones, y se sitúa entre la primera y la séptima en la zona nor-poniente del Nacional, hacia Avenida Maratón. Aquí se diseña una gran explanada pública capaz de albergar desde ferias, exposiciones, ventas y eventos al aire libre. La geometría de la explanada conduce hacia el tradicional acceso poniente del Estadio, que se mantiene intacto con el fin de conservar la placa y monolito que rememoran la inauguración del edificio.
1.4. Estacionamientos
Los 2000 estacionamientos exigidos por las bases se consideran a través de dos tipos de estacionamientos: permanentes de uso exclusivo para estacionamiento de automóviles y bicicletas y multifuncionales que sirven tanto de cancha o área de eventos como de estacionamientos cuando la demanda supere la capacidad de los estacionamientos permanentes. Los estacionamientos permanentes suman un total de 465 vehículos que se concentran en plazas y franjas de estacion- amientos en la superficie de la zona oriente del predio, salvo una zona de 20 estacionamientos VIP en la zona poniente, asociados al acceso presidencial del Coliseo. Del total de es- tacionamientos multifuncionales, 1175 se concentran en la zona poniente del predio y sirven como canchas deportivas multiuso cuando no se utilizan como estacionamientos, mien- tras que los 360 restantes se concentran bajo la plataforma, en la explanada para eventos al sur del Coliseo (Fig. 18-19). De este modo se da solución en superficie a la totalidad de la demanda de estacionamientos para el predio, evitando la instalación de estacionamientos subterráneos por tratarse de una solución extremadamente costosa de ser ejecutada por Chiledeportes y poco factible de ser concesionada a priva- dos. Asimismo, todos los estacionamientos se concentran al interior del predio, y no en las veredas y calles aledañas, con el fin de evitar la creación de una barrera funcional y visual entre el predio y el barrio circundante.
1.5. Nuevo núcleo urbano
El proyecto para el Parque de la Ciudadanía se propone constituir un nuevo núcleo urbano alrededor del Estadio Nacional, rescatando la concepción urbana original de sus creadores. El transporte público ha sido uno de los principales propulsores de esta condición, concentrando estaciones del Transantiago y estaciones de metro en los alrededores del Nacional. Sin embargo, para rentabilizar la inversión pública que se ha destinado en transporte, es gravitante convertir el predio del Estadio Nacional en un atractivo urbano. La instalación de servicios tanto deportivos (gimnasios, canchas, tiendas de deporte etc.) como de uso general (museo, restaurantes, cafés, tiendas) permitirán ampliar el público objetivo del predio a un espectro mayor que el presente. Entre los servicios de público general que propone el proyecto se encuentran: una terraza de restaurantes, cafés y kioscos, tiendas de artículos deportivos, gimnasios concesionados, junto a un museo sobre el Estadio Nacional.
Además de los servicios a escala metropolitana que se han señalado, el proyecto se propone consolidar al Estadio Nacional como núcleo barrial. Con este fin se incorpora la zona para ferias y exposiciones al aire libre señalada anteriormente. Del mismo modo, se incorporan canchas completamente abiertas y públicas en la zona sur del predio, enfrentando la Avenida Guillermo Mann. En un afán redistributivo el proyecto cede espacio público para incorporar las necesidades de infraestructura de los barrios que lo circundan, en especial la Villa Rebeca Matte y el Barrio Zañartu. En estas zonas el proyecto incorpora sedes vecinales, y juegos públicos, junto a amplias veredas con sombras de árboles, ciclovías y zonas de descanso.
II. El parque ciudadano
Convertir el Estadio Nacional en un espacio público activo y atractivo potenciando los usos deportivos a partir de las instalaciones deportivas existentes y planteadas
El Estadio Nacional fue, desde su creación, un lugar de en- cuentro con el otro, un espacio urbano que por densidad y convocatoria presentaba –y presenta- un característico cri- sol social de la ciudad de Santiago. Aunque creado para ser el principal estadio deportivo del país, muy tempranamente aparecieron usos extra-deportivos en sus instalaciones. Es posible señalar entonces, que los usos del Nacional se divi- den en dos grandes grupos, los deportivos –dentro de los cuales se abarca el deporte profesional, el espectáculo y las prácticas deportivas- y los recreativos –dentro de los cuales se encuentran los usos políticos, culturales, y de uso extra- deportivo-. Inicialmente equilibrados, el Estadio Nacional se encuentra hoy dominado por los usos deportivos. Los usos culturales han cedido, más no desaparecido, ante las deman- das de espacio deportivo nacional. La excepción a este regla la constituyen los grandes conciertos, que con sus asistencia multitudinaria contribuyen a los usos recreativos del predio. Sin embargo, estos usos se concentran en los edificios principales: el Coliseo, el Estadio Atlético, el Velódromo y el Court Central, mientras el resto de las 30 hectáreas disponibles tienen un uso recreativo exiguo que se concentra durante los fines de semana.
El proyecto se propone revertir esta tendencia y convertir el Estadio Nacional en un Parque de la Ciudadanía, lo que supone integrar nuevos usos y tipos de usuarios que activen el predio en un espectro horario más amplio que el actual (Fig. 21). A través de una serie de servicios y programas des- tinados al uso de la ciudadanía, el proyecto permite volver a equilibrar los usos deportivos y recreativos en el Estadio Nacional. A las 7 hectáreas de usos deportivos construidos, entre los que se encuentran el Coliseo, Estadio Atlético, Court Central de Tenis, Velódromo, CAR, Hotel CAR, Piscinas, Patinódromo y tres gimnasios, se suman: una terraza de restaurantes, cafés y kioscos, la sede del Instituto Nacional del Deporte, una comisaría de Carabineros, tiendas de artícu- los deportivos, gimnasios, camarines y servicios asociados al parque, un museo sobre el Estadio Nacional, junto a una explanada para eventos masivos. Es importante señalar, que incorporar programas y servicios destinados al uso recreativo del parque no supone debilitar el uso deportivo del Estadio Nacional, por el contrario, se propone consolidar este uso a través de un Campus Deportivo que se configura en la zona oriente del predio, hacia Avenida Pedro del Valdivia.
2.1. Estudio de demanda
Las 63,5 hectáreas del Estadio Nacional se insertan en la co- muna de Ñuñoa que cuenta con aproximadamente 180.000 habitantes. Sumando la población de las comunas colindantes, Macul, San Joaquín, Santiago, Providencia, La Reina y Peñalolén, el área de influencia del Estadio Nacional abarca al menos 2.000.000 de habitantes, lo que corresponde a poco menos de un tercio de la ciudad de Santiago. De este modo, tanto por su ubicación, accesibilidad y características, el parque y los servicios a instalar en el predio del Estadio Nacional ejercen una influencia determinante en el desarrollo de la capital.
Las estadísticas que presenta el Estadio Nacional para el año 2002 (Montealegre, 2004) distan considerablemente de esta cifra de influencia potencial, ya que sólo 301.238 deportistas utilizaron sus instalaciones entre los meses de enero y noviembre.
La misma fuente de estadísticas demuestra que del total de 191 eventos que se llevaron a cabo durante el 2002, sólo 45 correspondieron a actividades no deportivas, lo que refleja no sólo es desaprovechamiento de usos recreativos del predio del Estadio Nacional, sino que además indica que los usos deportivos de los 146 eventos del 2002, atrajeron a poco más de 300.000 deportistas.
Se concluye de esta manera, que la estrategia para aumentar la cantidad de usuarios del Estadio Nacional se debe basar en mantener y potenciar los usos deportivos a partir de las instalaciones deportivas existentes y planteadas (gimnasio ODESUR 2014), sin embargo resulta necesario aumentar el peso de los programas recreativos que son capaces de atraer un tipo de público nuevo. La conversión del predio en un parque verde contribuirá a aumentar la atracción de nuevos usuarios, por lo que la demanda de servicios y programas asociados al parque debe considerarse cercana a un público potencial de 2.000.000 de personas.
En términos globales la propuesta plantea tres tipos de equipamientos nuevos a cada una de las escalas que abarca el proyecto para el Estadio Nacional:
a) Barrial: Servicios públicos y comerciales de escala bar- rial asociados al uso del parque, entre los cuales se en- cuentran camarines, restaurantes, kioskos, cafés y pequeñas tiendas
b) Comunal: Servicios comerciales asociados al ámbito deportivo, orientados a la práctica, así como compra y venta de artículos especializados, entre los cuales se en- cuentran gimnasios y tiendas de artículos y maquinaria deportiva
c) Metropolitano: Servicios comerciales masivos, desti- nados a incorporar nuevos usuarios al Estadio Nacional, estos programas son la terraza de restaurantes y el área de eventos masivos bajo la plataforma.
Los grupos de equipamientos a escala barrial y comunal corresponden a la demanda que genera la apertura del predio hacia el barrio circundante, y su transformación en atractivo como parque verde. Como referencia del efecto multiplicador de la conversión de 30 hectáreas del predio del Estadio Nacional en parque, se consideran los 60.000 visitantes que atrajeron las 20 hectáreas del Parque Bicentenario de Vitacura durante el año 2010 (Municipalidad de Vitacura).
Por otra parte, el fomento del uso deportivo profesional del resto de las 33,5 hectáreas del predio, a través de un nuevo gimnasio y la multiplicación de las canchas deportivas de distintas especialidades provocará una concentración de usos deportivos con el potencial de convertirse en un atractor comercial. Es así como se proponen gimnasios privados y tiendas especializadas en el rubro deportivo.
El tercer tipo de servicios que se proponen están asociados a una demanda de público masiva y de escala metropolitana. Dentro de esta categoría se comprende una terraza de restaurantes asociada tanto a la asistencia de público deportivo, al menos 300.000 al año, así como al futuro público del parque que se estima en 60.000 visitantes. Adicionalmente servirá a los asistentes a espectáculos masivos y a las 2.000.000 personas del área de influencia del Estadio Nacional.
Bajo la plataforma se propone un espacio destinado a albergar ferias, eventos de diversa índole bajo cubierta y servicios de apoyo a las actividades, del tipo indicado en el cuadro (Fig. 24). Este espacio abierto, con una estructura de pilares cada 8mts, con una superficie de 20.000 m2, contempla 10.000 m2 con cubierta y otros 10.000 m2 potencialmente techables. Como indica la tabla, este tipo de eventos tiene una demanda creciente en la ciudad de Santiago, presenta un promedio de 110.000 asistentes por evento, en un promedio de 6,3 días de duración. Con una rentabilidad económica alta tanto para el lugar de exposición, como para el producto u evento expuesto. De este modo, la superficie bajo la plataforma presentaría una gestión exitosa tanto para ser administrada por privados, así como por la actual administración del Estadio Nacional. En especial se propone potenciar las actividades y ferias asociadas al deporte y a las actividades al aire libre. Si se consideran 6 eventos de este tipo al año en este recinto, la asistencia de público al Estadio Nacional, en un espectro horario diferente a las actividades existentes, puede aumentar en 660.000 personas. Se suma entonces a los 300.000 deportistas al año, los 60.000 visitantes al parque y 660.000 asistentes a eventos tipo feria, lo que suma un total de 1.000.000 de visitas anuales, sin considerar los asistentes a espectáculos deportivos que actualmente suman la mayor cantidad de visitas.
En conjunto, el nuevo parque recreativo y el Campus Deportivo, formarán un parque ciudadano capaz de atraer a deportistas de elite, deportistas esporádicos, ciudadanos co- munes, familias y turistas. De este modo, a los usos masivos pero esporádicos que predominan hoy, como los partidos de fútbol y los conciertos, se sumará un uso constante durante todos los días de la semana, en un espectro horario ampliado, cubriendo desde las mañanas hasta las noches.
En síntesis, como indica la tabla, se proponen 3336 m2 nuevos de edificaciones, que se suman a los 8128 m2 de programas exigidos por las bases del concurso. Mientras se construye una plaza pública de 20.000 m2 como nueva explanada para eventos.
III. El parque deportivo
El protagonismo del Coliseo en la configuración del diseño del con- junto deportivo se toma como directriz principal del diseño propuesto. Ordenar y jerarquizar el predio a través de una nueva topografía que propone una tercera dimensión que une las vistas del paisaje lejano hacia la Cordillera de los Andes, con el paisaje cercano que construye el nuevo parque.
Cuando el presidente Alessandri inaugura el Estadio Nacional en 1938, en realidad inaugura un estadio junto a tres pórticos de acceso insertos en un terreno de más de 60 hectáreas. Pero el Estadio Nacional debía ser mucho más que eso, ya que hacía parte de un plan maestro mayor, ambicioso tanto en sus dimensiones como en su programa, aunque para fines de 1938 sólo se había construido el estadio principal y sus accesos. Probablemente de esta confusión entre el proyecto diseñado y la obra construida provenga el origen del doble significado de la denominación Estadio Nacional ya que se refiere tanto al predio de 63,5 hectáreas, como a su edificio más representativo.
3.1. Centralidad del Estadio
Repetido por más de 70 años, el doble significado del nombre no sólo se debe a la inicial inexistencia del plan maestro, sino que representa la centralidad del edificio principal en la concepción del predio. El protagonismo del Coliseo en la configuración del diseño del predio se toma como directriz principal del diseño propuesto, de este manera, se otorga la máximajerarquía al Estadio configurando el resto de las 63,5 hectáreas alrededor de él. Como centro de la concepción del proyecto para el Parque de la Ciudadanía, el Estadio debe relacionarse con cada una de las partes del parque, y conectar al mismo tiempo con cada uno sus accesos.
3.2. Nueva topografía
Es así como se proyecta una gran plataforma de 40.000m2 que a la altura del segundo nivel del Estadio conduce, a través de explanadas, puentes y rampas, hacia el resto del predio. Esta plataforma se diseña a partir del sistema de cotas del terreno, constituyendo una diagonal, paralela al sistema de cotas, entre la arista nor-poniente y sur-oriente del polígono. La plataforma mantiene un mismo nivel, salvo en las rampas, y este nivel surge a partir de la extensión de una línea horizontal desde el punto más alto del terreno, en la esquina nor-oriente. Este punto señalado como la cota +103 se extiende horizontalmente para coincidir, a una altura de 4 metros sobre el nivel más bajo del edificio del Estadio, con su segundo nivel. La plataforma presenta una nueva topografía para el Estadio Nacional, que no sólo aumenta su superficie de 63,5 a 67,5 hectáreas, sino que además constituye una nueva dimensión que une las vistas del paisaje lejano hacia la Cordillera de los Andes, con el paisaje cercano que construye el nuevo parque.
La plataforma genera 14.000 m2 de superficie alrededor del Coliseo sobre el segundo nivel, en oposición a los 30.000 m2 de la versión anterior del proyecto. De este modo la plataforma se ve reducida en más de un 50% de superficie. La plataforma elevada genera los 20.000 m2 que se destinan a la explanada para eventos y ferias, mientras las rampas su- man otros 13.000 m2 de superficie, que al tener una pendiente poco pronunciada pueden en su mayoría ser construidas con movimientos de relleno.
3.3. Reordenamiento predial
La plataforma rodea al edificio principal para luego extender sus brazos hacia cada una de las plazas de acceso descritas anteriormente. Así se introduce una nueva división espacial dentro del predio, configurando 8 macrolotes que permiten la gestión independiente de cada uno de ellos. De este modo, la plataforma funciona como barrera de control del espacio permitiendo el uso segregado entre parque y estadio, en el caso de grandes eventos deportivos.
La histórica división del predio en una zona norte edificada noble, y una zona sur agreste e informal, se subvierte a través de la nueva división predial que propone la plataforma. En consecuencia, la plataforma cumple la doble función de segregar e integrar: divide el predio en macrolotes y al mismo tiempo configura su concepción como total, uniendo las distintas zonas antes segregadas.
Como un mirador distanciado, la plataforma contornea los lados poniente, sur y oriente del Coliseo, uniéndose a través de 6 puentes configurados por elementos móviles, con el fin de controlar el acceso hacia el Coliseo desde la plataforma, sin afectar la configuración espacial del Coliseo declarado Monumento Histórico. Estos puentes permiten diferenciar el acceso y la salida al Coliseo, concentrando la llegada de los espectadores en puntos determinados, con el fin de incrementar el control de acceso, y aumentando la cantidad de puntos de salida al final del evento masivo con la utilización de los 6 puentes conectores.
3.4. Vocación deportiva
Como fue señalado por el jurado del Concurso Parque de la Ciudadanía, la segunda etapa del proyecto debe contemplar un mayor énfasis en la noción deportiva del parque. Con este fin se configuró de manera más explícita la franja oriente del predio como Campus Deportivo, a la vez que se aumentó la cantidad de canchas en el sector sur del Nacional. Como se puede ver el la Fig. 40 y en la tabla que sigue (Fig. 41), la cantidad de canchas propuestas aumentó de 78 a 108, lo que implica que el proyecto aumenta en 28 unidades las canchas actuales del campo deportivo.
IV. El parque educativo
Transformar el Estadio Nacional en un artefacto urbano educativo integrando la historia del recinto y su desarrollo futuro en ocho macrolotes de diferente uso e intensidad.
Como se ha señalado, el proyecto Parque de la Ciudadanía propone un Estadio Nacional como campo deportivo, así como parque recreativo. Sin embargo, estas dos dimensiones deben ser complementadas con una tercera que asuma la historia e identidad fuertemente arraigada en la cultura chilenaque representa el Nacional. El pasado del Estadio Nacional tiene múltiples dimensiones: su urbanismo, su arquitectura moderna, sus usos políticos, sus eventos culturales, su rol como prisión durante la dictadura, así como su condición de refugio para inmigrantes europeos y víctimas del clima de nuestra capital, marcan el pulso de un pasado tan rico como múltiple.
Así como se reconoce e peso del pasado en el Estadio Nacional, se plantea la necesidad de convertir al Parque de la Ciudadanía en un espacio educativo. La teoría en torno a las ciudades pedagógicas ha encontrado una amplia difusión sobre todo en el ámbito de regeneración urbana, incorporando claves de educación cívica, memoria física e historia en las estructuras urbanas. Es así como se plantea que el futuro parque del Estadio Nacional sirva no sólo para el deporte y la recreación, sino también para educar a través del espacio a sus usuarios. El parque deberá especializar su pasado y contribuir con sus paisajes y estructuras a la consolidación de una identidad compartida entre sus usuarios.
4.1. Recorridos y espacios públicos
Como se ha señalado anteriormente la urbanización que propone el proyecto configura 8 macrolotes que funcionan independientemente entre sí, cada uno de ellos tiene salida a la vía pública, a la vez que se relaciona con el lote central que alberga al Coliseo.
La plataforma que bordea al estadio principal se extiende a través de siete brazos hacia cada una de las plazas de acceso descritas en el punto 1.2. (Accesibilidad). De esta forma se crea un espacio público continuo entre la plataforma y el ex- terior del Estadio Nacional. A su vez, el proyecto crea estas nuevas plazas de acceso cediendo espacio público para crear nuevos lugares de conexión entre el Parque de la Ciudadanía y la ciudad. La nueva vereda pública que configura el proyecto para el Estadio Nacional recorre el predio continuamente, con una senda peatonal y una ciclovía, retranqueándose cada cierto tramo para dar cabida a una de las 8 plazas de acceso.
Cada una de estas nuevas plazas de acceso tendrá un nom- bre distintivo que represente exponentes destacados de cada una de las disciplinas deportivas del predio (Fig. 14). De este modo, se sugiere que la primera plaza (P1) que conduce al Court Central de Tenis se llame Plaza Jaime Fillol, la segunda plaza (P2) que se abre sobre el Coliseo se podrá nominar Plaza Mundial del ‘62, la tercera plaza (P3) que también conduce al Coliseo pondrá en valor su condición atlética con el nombre Plaza Marlene Ahrens, la cuarta plaza (P4) podrá llamarse Plaza Víctor (Tiburón) Contreras en honor a la natación, la quinta (P5) Plaza Hermanos Massanés en honor al ciclismo, la sexta plaza (P6) podrá denominarse Plaza Eladio Rojas, la séptima (P7) Plaza Manuel Plaza, y finalmente la octava (P8) que conduce al edificio de la marquesina podrá denominarse Plaza Arturo Alessandri Palma, en honor al creador del Estadio Nacional.
Dentro del predio aparecerán dos tipos de recorridos, aquellos que cruzan el predio completo a través de la plataforma y aquellos internos a los macrolotes (Fig. 47). Se proponen recorridos de trote, ciclovías y senderos de paseo. A estos recorridos funcionales a las actividades deportivas del predio se suman recorridos especiales con el fin de incorporar tramas temáticas en el Estadio Nacional. De esta manera aparecerá un recorrido dedicado al deporte profesional (Fig. 48), que enlazará cada uno de los recintos deportivos del predio. También habrá un recorrido botánico (Fig. 49), que unirá cada una de las zonas de vegetación del parque: bosques, jardines, taludes y prados. Otro recorrido cruzará el predio desde la esquina nor-poniente hasta la sur-oriente y se constituirá a partir del recorrido del agua sobre la cota de nivel del terreno (Fig. 50).
4.2. Ruta de la memoria
Entre los recorridos temáticos, deporte profesional, botánico y agua, aparecerá un recorrido especial dedicado a la memo- ria del recinto como campo de prisioneros durante la dicta- dura militar. Este recorrido unirá de manera continua las edi- ficaciones declaradas Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales (Fig. 51). De sur a norte, la ruta de la memoria partirá junto a la caracola sur del Velódromo, en una de las plazas de acceso, continuará por la plataforma hasta el Coliseo, desde allí seguirá por la plataforma hacia el norte, para bajar por una de sus rampas al nivel de terreno natural y llegar hacia el camarín norte de la zona de piscinas y volver al punto inicial. Para diferenciar este recorrido de los restantes, a lo largo del trayecto aparecerán sucesivos par- rones que marcarán la ruta con sus sombras y vegetación distintiva, constituida por flor de la pluma.
4.3. Futuro Museo Estadio Nacional
Se sugiere considerar en el futuro, fuera de las etapas del proyecto presentado, la instalación de un museo sobre el Estadio Nacional en el tercer piso del Coliseo. Este programa de escala metropolitana podría –por su particularidad- atraer a visitantes de toda la ciudad de Santiago. Se trataría de un museo sobre el Estadio Nacional, que sirva como museo del deporte chileno, de la historia del edificio y de los hechos que sucedieron dentro de él. Actualmente no existe un museo sobre el deporte en la capital, por lo que tal programa podría convertirse en un exitoso atractivo turístico. En consecuencia con las restricciones que presentan las bases del concurso en la intervención de edificios declarados Monumento Histórico, la propuesta se deja sugerida, más no se debe contemplar dentro de la propuesta presentada al Concurso Parque de la Ciudadanía.
En esta dimensión, el proyecto sugiere integrar el pasado del Nacional a través de un programa que atraiga a nuevos tipos de usuarios en nuevas franjas horarias, no sólo aumentando el mix de usos del Parque de la Ciudadanía, sino que aprovechando también el espacio existente. Impulsado por el apremio de ser inaugurado bajo el gobierno de Alessandri, el Estadio Nacional fue inaugurado incompleto. Mientras el primer y el segundo nivel se habían completado dejando sólo algunas terminaciones en el camino, el tercer nivel, que debía servir de dormitorio y recinto para deportistas, nunca se de- sarrolló. En consecuencia, yacen hoy 4000 m2 en desuso en el tercer nivel del edificio del Estadio.
Por esta razón, se sugiere considerar en una etapa futura la instalación del museo del Estadio Nacional en el tercer piso, considerando de que se trataría de una puesta en valor del Monumento Histórico (Fig. 54). En los últimos años se han declarado públicamente dos demandas de museo para el predio ñuñoíno, por una parte se ha expresado la necesidad de instalar un Museo del Deporte, mientras que por otra parte se ha planteado un Museo de la Memoria Nacional, aunque antes de edificarse el Museo de la Memoria de Matucana. Reconociendo estas demandas, el museo que se sugiere no es exclusivamente un museo de la memoria ni un museo del de- porte, aunque los dos tienen lugar en su concepción, ya que se trataría de un museo dedicado al Estadio Nacional como edificación y predio urbano. En este museo se expondría la historia, la memoria y el futuro del Estadio Nacional como obra de arquitectura, ingeniería y urbanismo. El Estadio Nacional podría convertirse así en un lente capaz de comprender los últimos 73 años de historia de Santiago y también del país, a partir de un terreno de 63,5 hectáreas.
V. El parque sustentable
Incorporar nociones de sustentabilidad ambiental, económica y social
La sustentabilidad se incorpora dentro del proyecto en sus tres dimensiones: ambiental, económica y social. En primer lugar, se contempla la sustentabilidad ambiental que considera las preexistencias topográficas, la elección de especies vegetales y las estrategias de mantención del parque. En segundo lugar, la sustentabilidad económica se aborda desde la viabilidad de la ejecución física y administrativa del Parque de la Ciudadanía, incluyendo el diseño de un sistema por etapas de su construcción, junto con una propuesta de gestión del predio. Por último, la sustentabilidad social se abordará desde la rentabilidad ciudadana que producirá la ejecución del proyecto en el predio ñuñoíno.
5.1. Sustentabilidad ambiental
Topografía
Una de la premisas iniciales de sustentabilidad que propone el proyecto es aprovechar al máximo las condiciones existentes del terreno. Este criterio se aplica tanto a la topografía, y a la vegetación, como a las edificaciones del conjunto. En cuando a los elementos nuevos que propone el parque, el criterio será mantener estrategias de diseño que se adecuen al terreno, al clima y a la infraestructura existente.
El diseño geométrico del parque da cuenta del plano topográfico del terreno, y aprovecha los desniveles de terreno natural para introducir la plataforma que aumenta en 1,4 hectáreas la superficie del parque planteado, contribuyendo al uso eficiente del suelo disponible. De este modo, el nivel horizontal de la plataforma corresponde al punto más alto del terreno natural (+103). Es importante destacar que la pendiente de las rampas que conducen desde la plataforma al nivel de ter- reno natural es prácticamente imperceptible al usuario, ya que se trata de una pendiente menor al 2%.
Sobre el sistema de cotas del terreno natural, que se extiende desde el punto nor-poniente del predio hasta el sur-oriente, que se propone el recorrido del agua, que se inicia con una plaza interactiva de juegos de agua, continua hacia un espejo de agua que enmarca la placa conmemorativa de la construc- ción del Estadio Nacional, recorre en forma de lagunillas y canales la cota del terreno hasta llegar a la laguna de botes, en la zona sur del parque, finalizando con una plaza de juegos de agua en la esquina sur-oriente del predio, junto a la Caracola Sur del Velódromo.
Vegetación
La mantención de la vegetación existente así como sus sistemas de riego junto a la incorporación de especies xerófitas y rústicas de la cuenca de Santiago en un conjunto diversificado al mismo tiempo que unitario en su diseño conformarán la nueva espacialidad paisajística del Parque Deportivo.
La vegetación actual del predio: prados y árboles, se mantendrá sin excepción, no sólo con el fin de rentabilizar la vegetación existente y sus sistemas de riego sino al mismo tiempo conformar una continuidad temporal del paisaje ñuñoíno. La vegetación nueva que se propone se divide en cinco sub- grupos: los prados y canchas, la vegetación de los taludes, avenidas o hileras de árboles, masas de árboles o bosques y jardines.
Prados: Respecto a los prados, estos serán plantados con bermuda. Las áreas delimitadas de las canchas recibirán tratamientos específicos, ya sea con mezclas de césped o incluso césped artificial en los casos de usos intensivos.
Taludes: Las laderas de exposición sur de los taludes, por constituir el lado más húmedo, se plantarán con vegetación nativa del valle central, en su agrupación típica de especies de peumos, quillayes y bellotos. Bajo los árboles, vincas y helechos.
Las laderas de exposición norte se plantarán principalmente con espinos (acacia caven), dedales de oro (Eschscholtzia californica) gramíneas (coirón o Stipa caudata) y suculentas del tipo Sedum.
Avenida o Alamedas: Las hileras de árboles estarán con- stituidas por especies introducidas de probada rusticidad en el clima de Santiago plantadas en líneas regulares a los lados de caminos conformando avenidas o alamedas características. Especies de hoja caediza que en invierno conforman una silueta con una estructura característica. Especies del tipo: Quercus falcata, Plátanos orientales ( Platanus orientalis), Tuliperos(Liriodendron tulipifera), Almez (Celtis australis) y Pimientos (Shinus molle) plantados regularmente.
Bosques: Grupos o masas de árboles conformando bosques. Estarán constituidas principalmente por robles (Quercus falcata y Quercus súber o Alcornoques) mezclados con flora xerófita de la zona central, Peumos, Bellotos y Quillay.
Otros pequeños grupos de árboles exóticos, principalmente Cedros deodara, se deben unir en una silueta característica a los existentes en el predio.
Jardines: Pequeños jardines con agrupaciones de perennes de baja mantención, (gramíneas, iris, acantos, alstroemerias, hebes,) así como espacios húmedos, lagunas o pantanos, de poca profundidad recibirán las plantas acuáticas dentro del parque y atraerán a los pájaros.
Estrategias de mantención
Las estrategias de manejo ambiental y mantención del parque se agrupan en tres grupos: las estrategias del gestión del ter- ritorio, las estrategias de diseño, derivadas de la geometría del parque, y las estrategias de reutilización y reciclaje.
Gestión del territorio: Las estrategias de gestión del territorio provienen del nuevo sistema de división predial que propone el proyecto, dividiendo el terreno de 63,5 hectáreas en 8 macrolotes. Cada una de estas unidades puede ser gestionada independientemente, contando con sus propios accesos y circulaciones. De esta manera, cada macrolote puede ser concesionado, lo que otorgará nuevas herramientas de mantención del predio para el Instituto Nacional del Deporte de Chile.
Diseño: Entre las estrategias de diseño destacan, la optimización del riego, al concentrar la mayor parte de los árboles en masas. Asimismo se optimiza el riego de los árboles en hileras, al contemplar un riego lineal, acompañado por un sistema de acequias. Por otra parte, las líneas de árboles funcionan como pantalla, al reducir la evaporación del agua de riego de los prados con su sombra.
Reutilización: Finalmente, entre las estrategias de reuti- lización se destaca la laguna de botes que funciona como reserva de agua, extrayéndola de un pozo, el cual se mantiene a través de la recolección del agua infiltrada de riego y de lluvias.
5.2. Sustentabilidad económica
Construcción por etapas
Considerando la enorme inversión en recursos y gestión que supone la realización completa del Parque de la Ciudadanía, en esta segunda versión del proyecto se ha incorporado un esquema de construcción en etapas del parque. Los criterios para determinar las etapas de la construcción son principalmente de eficiencia económica y programática, del modo que se detalla a continuación:
Etapa 1: Juegos ODESUR
Esta primera etapa está destinada a consolidar el Campus Deportivo con el fin de albergar los Juegos ODESUR 2014. Contempla la construcción de un nuevo gimnasio y la sede del Instituto Nacional del Deporte, junto con el desarrollo de los espacios públicos, jardines, canchas, estacionamientos, calles y accesos de la franja oriente del Estadio Nacional. Esta zona del proyecto está diseñada para funcionar de manera autónoma, sin afectar el resto del funcionamiento del predio y satisfacer las demandas asociadas a los juegos deportivos del 2014.
Etapa 2: Taludes y triángulo deportivo
La segunda etapa de construcción del proyecto propone la consolidación del triángulo oriente del predio, compuesto por las aristas nor-poniente, nor-oriente y sur-oriente con el fin de ejecutar completamente la zona destinada a deporte profesional y de espectáculo del Estadio Nacional. Esta zona contempla la construcción de canchas, áreas verdes, circulaciones y espacios públicos sin afectar el resto del parque, ni el Campus Deportivo.
Mientras se consolida el triángulo oriente del proyecto, en el lado poniente se propone la construcción de los cuatro primeros taludes que sostendrán la plataforma que bordeará el Coliseo. Con el fin de aprovechar al máximo los movimientos de tierra que supondrá la construcción del Parque de la Ciudadanía, el proyecto propone utilizar para el relleno de los taludes, el material que se extraiga de la construcción de la estación de metro Estadio Nacional. Como cuatro hitos en medio del parque existente, estos taludes marcarán el inicio de las obras de construcción de la zona recreativa del Parque del Estadio Nacional.
Etapa 3: Plataforma poniente
Sobre los cuatro taludes construidos en la segunda etapa se instalará la primera parte de la plataforma que contornea al Coliseo Central. Como se puede ver en los diagramas de etapas constructivas, los taludes y la plataforma funcionan sin afectar el resto de la zona poniente del parque, permitiendo que la mayoría de las canchas y servicios se mantengan ininterrumpidos.
Etapa 4: Plataforma oriente
La penúltima etapa constructiva contempla la edificación de la segunda mitad de la plataforma, junto con los taludes y las rampas restantes. De este modo, se completan todas las etapas de construcción volumétrica importante, constituyendo la imagen que presenta la propuesta para el Estadio Nacional. La finalización de la plataforma permitirá segregar efectivamente los flujos dentro del predio, separando usos deportivos de recreativos, al mismo tiempo que permitirá segregar los flujos de acceso y salida al Coliseo Central, el cual presenta los mayores problemas de seguridad y manejo de multitudes.
Etapa 5: Triángulo recreativo
Por último, la quinta –y final- etapa de construcción del Parque de la Ciudadanía consistirá en consolidar las canchas, prados, jardines, bosques, laguna, estacionamientos, circulaciones y accesos de la zona recreativa de proyecto, conformada por el triángulo entre las aristas nor-poniente, sur- poniente y sur-oriente. La construcción de la zona recreativa del parque se pone en último lugar, no por considerarse de menor importancia, sino porque el diseño del proyecto permite que durante todas las etapas anteriores esta zona mantenga su uso recreativo basado en canchas, zonas de juego y áreas verdes existentes.
Plan de Gestión
Las estrategias consideradas dentro de un futuro Plan de Gestión para el Estadio Nacional contemplan dos nociones principales: el sistema de lotes que propone el diseño y la consolidación efectiva de usos recreativos dentro del predio a través de concesiones público-privadas.
Administración por macrolotes
La división en 8 macrolotes del predio permitirá gestionar las distintas unidades del proyecto de forma independiente, otorgando autonomía de accesos, estacionamientos y servicios a cada uno de los lotes. Este nuevo sistema de urbanización permite ceder a entidades privadas, o públicas (diferentes del Instituto Nacional del Deporte) la gestión y mantención de cada de las partes del proyecto, alivianando la carga actual a la que está sometida el Instituto Nacional del Deporte como ente administrador del Nacional. Como sucede actualmente, que una parte de las canchas de la zona sur-poniente están bajo la administración del Municipio de Ñuñoa, uno de los macrolotes del parque podría ser gestionado y mantenido por el Municipio. Se sugiere que estos protocolos de cesión de las partes del parque se comprometan resguardar las cualidades del proyecto como una uni- dad, evitando la instalación de rejas o elementos divisorios, así como regulando las obras y servicios al interior según el proyecto presentado, que deberá normar las 63,5 hectáreas como un Plan Seccional.
El modelo de cesiones y convenios público-privados resulta factible si se considera que según el informe del año 2002 (Montealegre 2004), de los 23 emplazamiento del Estadio Nacional, sólo 11, que corresponden a 48 hectáreas, estaban bajo la gestión directa de la administración del conjunto deportivo. Estos son el Coliseo Central, el Estadio Atlético Mario Recordón, el Court de Tenis, la Piscina Olímpica, el Velódromo, el Estadio de Béisbol, el Complejo Canchas Interiores, el Complejo Anita Lizana 1 y 2, la Copa de Agua y el Casino de Personal.
Mientras otros tres recintos son administrados por el CAR; el Edificio Polideportivo, el Hotel Deportivo y el Patinódromo, con un total de 4 hectáreas. El mismo informe señala, que ex- isten otros nueve recintos entregados en concesión o dados en administración a terceros. Estos son, la sede de la Corporación de Fútbol de la Universidad de Chile (CORFUCH), la Medialuna del Rodeo (Municipalidad de Ñuñoa y Criadores de Caballos), Junta Nacional de Jardines Infantiles, SIAT de Carabineros, canchas de Baby Fútbol, Pista de Bicicross (Federación de Bicicross), Canchas de Tiro con Arco (Federación respectiva), Canchas Interiores de Pasto (Municipalidad de Ñuñoa) y Estacionamientos. El total de estos 9 recintos suma la cantidad de 9.3 hectáreas.
Tomando en cuenta la efectividad de este modelo, el Plan de Gestión sugiere que las cesiones no se realicen sobre recintos específicos del Estadio Nacional, sino sobre los macrolotes que propone el proyecto, lo que aseguraría la mantención de las áreas verdes y coordinación de los espacios públicos entre los distintos administradores. Bajo este modelo, las alian- zas estratégicas con otros Servicios públicos y con el sector privado, permitirán asegura la mantención del Parque de la Ciudadanía en su dimensión deportiva, así como recreativa.
Rentabilidad comercial
La segunda macro-estrategia de gestión que sugiere el proyecto es capitalizar la rentabilidad asociada a los usos comerciales de los programas propuestos. Uno de los mayores problemas que en la actualidad aquejan al Estadio Nacional es la afluencia esporádica masiva y la escasa asistencia de público en el día a día. Esta condición evita que posibles inversionistas consideren rentable instalar servicios y comercios en el interior del parque. La conversión del predio en parque cambiará esa dinámica reforzando los usos recreativos, como se ha descrito en el punto 2.1. Estudio de Demanda, lo que conllevará a una mayor afluencia de público en nuevas franjas horarias. La propuesta que se plantea capitaliza esta demanda ciudadana por espacio verde considerando zonas de servicios para ser arrendadas o concesionadas a privados, de modo que se instalen restaurantes, cafés, tiendas y kioskos en el predio.
Se ha demostrado también, que la construcción de la plataforma permitirá la gestión exitosa de un área para eventos masivos, del tipo ferias y eventos, que en la actualidad se realizan en recintos abiertos y techados en distintas zonas de la ciudad de Santiago. Esta demanda ya existe en la actualidad por parte del Municipio de Ñuñoa, el cual organiza sus festividades masivas, como las Fiestas Patrias, Años Nuevos y Festivales de Verano alrededor del Coliseo Central. Al sumar las demandas por este tipo de recintos de la ciudad en general, con la demanda del Municipio de Ñuñoa, es posible considerar al menos 9 de estos grandes eventos al año, estimulando el arriendo de esa área, y con la asistencia de público, la venta y circulación de los demás servicios del parque.
En síntesis, la sustentabilidad económica del proyecto, a través de un buen sistema de gestión y rentabilización de sus atributos, permitirá mantener, mejorar y modernizar los recintos deportivos del Estadio Nacional, actualizando sus instalaciones y servicios a las nuevas tecnologías y demandas de la ciudadanía deportiva y general.
5.3. Sustentabilidad social
Como se ha señalado anteriormente, el Parque de la Ciudadanía concentra una enorme oportunidad de desarrollo urbano, que una vez consolidado, podrá valorizar toda el área de la ciudad en la que se inserta. Esta plusvalía en el área de influencia del Estadio Nacional, permitirá cambiar el uso del suelo del sector, valorizando las propiedades de los vecinos existentes y permitiendo que a través de un proceso sensible y acotado de densificación, más personas tengan la oportu- nidad de vivir cerca de uno de los parques más grandes de Santiago.
No obstante, no se trata sólo de una oportunidad de desar- rollo urbano, sino también de desarrollo social. El abrir al uso público recreativo un parque de 63,5 hectáreas es la ambición mayor que supone el Parque de la Ciudadanía, ya que rentabilizará una inversión publica, que se ha mantenido por más de 70 años, para un grupo de ciudadanos exponencialmente mayor al actual.
El parque propuesto aumenta la cantidad de árboles que ayudarán a generar oxígeno para la ciudad de Santiago, al mismo tiempo sus extensos prados recibirán a miles de ciudadanos atraídos por la naturaleza, el deporte y la recreación, pero además el nuevo Parque de la Ciudadanía será un núcleo urbano, dotado se servicios, estacionamientos y sedes institucionales. Para consolidar este núcleo, sin restar superficie al parque, el proyecto propone la plataforma que aumenta la superficie total del predio, e integra criterios de eficiencia al uso del suelo. Concentrando los servicios en su primer nivel, para introducir una nueva espacialidad al parque en el segundo nivel, la plataforma dota al Estadio Nacional de una superficie de parque arbolada y activa, junto con un terraza que no sólo permite disfrutar del paisaje, sino que aumenta la seguridad del parque al permitir el dominio de la vista sobre su total.